miércoles, 27 de agosto de 2008

Descubriendo a Paco Umbral

Lo que oculta una persona puede ser más o menos parecido a lo que muestra o completamente distinto. A mí nunca me cayó bien Paco Umbral. Me parecía déspota y arrogante y, a pesar de las muchas alabanzas que recibió y recibe su obra, confieso haberla despreciado sin leerla por mi aversión hacia el personaje. Pero hace unos días, en una librería de Lugo, buscaba algo ligero para leer en los pocos días que me quedaban de vacaciones y me puse a mirar los libros de bolsillo, entre los cuales se hallan siempre novelas entretenidas y baratas, sobre todo baratas, mezcladas con grandes obras editadas con la intención de que lleguen a los bolsillos menos pudientes. Y me tropecé con uno de Umbral, Mortal y rosa. Leí las primeras líneas y renuncié a mi propósito de sumergirme en lo liviano. Mientras he ido leyendo el resto del libro he reflexionado acerca de lo estúpido que es rechazar a un escritor por el calibre de su personaje. Igual de estúpido que rechazar a una persona sin haber intentado siquiera descubrir lo que oculta detrás de lo que muestra.