jueves, 9 de octubre de 2008

El aburrimiento

Un primo mío, siempre que escuchaba un "me aburro", replicaba con un "orina pollino" y, de pronto, lo abstracto se volvía concreto y ese estado de ánimo que tanto puede dar para filosofar a la manera parda devenía en una imagen tan prosaica, material y hasta ridícula, que a uno se le escapaba la sonrisa, aunque ya lo hubiese oído mil veces. Al menos, yo siempre me imaginaba al asno miccionando, con la cola levantada, un tanto espatarrado y con su cara de burro. Mi primo, la verdad, era genial haciendo juegos de palabras; genial en eso y en muchas otras cosas. Vaya que, con él, no te aburrías nunca.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Miénteme, dime que me quieres

Lo malo de las mentiras es que parecen tablas de salvación, pero no lo son. En una ocasión, sorprendí a mi marido en flagrante infidelidad y él empezó a disculparse torpemente con el socorrido "esto no es lo que parece". Iba a mentirme, claro, pero, en semejante situación, no se le ocurría nada. Así que le ayudé. ¿Cómo ha llegado aquí esta mujer? ¿Por qué está desnuda? ¿Es que está loca? Él supo entonces que me creería cualquier cosa que me contase. La rocambolesca historia de una mujer en cueros que había picado a la puerta a media tarde y se había abalanzado sobre él sin darle ni tiempo a reaccionar, justo en el momento en que yo llegaba a casa, salvó temporalmente nuestro matrimonio, pero también hizo que nos degradáramos ambos en aquella complicidad miserable. Así que, realmente, de aquel naufragio nadie se salvó. Acabamos los dos en el fondo, con nuestra mentira atada a los pies.

lunes, 22 de septiembre de 2008

El efecto placebo

Dadme cualquier cosa. Unas gotas verdes que tiñan lentamente un vaso de agua fresca, mientras se precipitan a su fondo dibujando volutas. Las miraré caer y después me beberé el remedio. Creeré, os lo prometo. ¿Cómo, si no, podría soportarlo?

viernes, 19 de septiembre de 2008

Sabiduría oriental

Proverbio chino: "Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito"


miércoles, 27 de agosto de 2008

Descubriendo a Paco Umbral

Lo que oculta una persona puede ser más o menos parecido a lo que muestra o completamente distinto. A mí nunca me cayó bien Paco Umbral. Me parecía déspota y arrogante y, a pesar de las muchas alabanzas que recibió y recibe su obra, confieso haberla despreciado sin leerla por mi aversión hacia el personaje. Pero hace unos días, en una librería de Lugo, buscaba algo ligero para leer en los pocos días que me quedaban de vacaciones y me puse a mirar los libros de bolsillo, entre los cuales se hallan siempre novelas entretenidas y baratas, sobre todo baratas, mezcladas con grandes obras editadas con la intención de que lleguen a los bolsillos menos pudientes. Y me tropecé con uno de Umbral, Mortal y rosa. Leí las primeras líneas y renuncié a mi propósito de sumergirme en lo liviano. Mientras he ido leyendo el resto del libro he reflexionado acerca de lo estúpido que es rechazar a un escritor por el calibre de su personaje. Igual de estúpido que rechazar a una persona sin haber intentado siquiera descubrir lo que oculta detrás de lo que muestra.


jueves, 17 de abril de 2008

Hoy comienza todo

Tan sólo una línea para comenzar el blog. Nos veremos pronto.

Estrella Cotidiana